A lo largo de la historia, el ser humano ha ido descubriendo, o creando, las matemáticas necesarias para enfrentarse a los problemas que se le iban planteando.
Ahora, el problema es ébola. Pero desde hace tiempo a la ciencia le preocupa mucho la propagación de enfermedades víricas. ¿Y qué papel juegan ahí las matemáticas? La modelización.
Existe la opinión generalizada en la comunidad científica de que el siglo XXI va a ser el de la bio-matemática. El del trabajo conjunto de biólogos y matemáticos (y físicos, químicos, ingenieros...).
El diarío EL País, publica hoy un artículo dedicado al estudio de la ratio de propagación del ébola, y realiza una comparativa con el índice de otros tipos de virus.
Como se puede ver en el gráfico anterior, aún en los peores escenarios de control de propagación, el ébola es muy poco contagioso comparados con otros tipos de virus. El problema es que el índice de mortalidad es alto, y aún no disponemos de cura para él.
Estamos seguro de que los avances de la ciencia, con la participación de la vieja dama que son las matemáticas, nos llevará a una solución rápida este nuevo reto.
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